Ayer, el PNV se quedó sólo a la hora de aprobar su Cuenta General 2011, con el voto en contra del PSE-EE de Ortuella y la abstención de Bildu.
Es digno de reconocer que el grado de ejecución presupuestaria haya
sido del 92,75%.
Pero detrás de todo esto se esconde la cruda realidad.
Ese porcentaje se refiere a derechos y obligaciones. Sin embargo, la
diferencia entre la recaudación líquida y los pagos líquidos nos
dice que este Ayuntamiento ha pagado 1.075.000€ más que lo que ha
cobrado en 2011. Es decir, este Ayuntamiento sigue pagando más de lo
que recuda.
Además, tal y como se nos dice desde Intervención, este
Ayuntamiento sigue sin contar con un inventario de las propiedades
municipales en los términos previstos en la ley, por lo que no se
tiene una base real para reflejar las amortizaciones en la cuenta de
pérdidas y ganancias, lo que desvirtúa el cálculo real de estas
Cuentas.
Otro dato especialmente preocupante, que es consecuencia directa de
la gestión de años anteriores, es la Carga Financiera, porque ahora
nos toca pagar todo lo que hemos pedido prestado. En 2011, la Carga
Financiera ha sido de 185,38€/hab, es decir, más del doble que en
años anteriores. Y esto va para largo, porque aún tenemos que hacer
frente a la Deuda Viva, es decir, lo que debemos a bancos y a otras
entidades, que a 31 de diciembre era de 3.687.000€, a lo que hay
que añadir el nuevo saldo negativo de Udalkutxa.
La situación económica en la que se encuentra este Ayuntamiento no
se debe exclusivamente a la situación coyuntural de crisis global,
sino que una gran parte se debe a los años previos y a la gestión
que desde estas filas venimos denunciando repetidamente.
Aunque en su momento el PSE-EE de Ortuella votó en contra de los
presupuestos de 2011, si el ejercicio se hubiera desarrollado de otra
manera, no habríamos tenido ningún problema en apoyar estas
cuentas. Sin embargo, la realidad, que se esconde tras el porcentaje
de ejecución presupuestaria y tras el “superávit”, nos obliga
a votar en contra.
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