Ante
todo dejar claro que esta situación no debe confundirse con el grave problema
de los desahucios hipotecarios.
En
el caso de las viviendas de alquiler municipales de Aiega nos encontramos, tal
y como dice el texto elaborado por el Secretario, ante una “grave injusticia
social, ya que ante una misma situación algunos inquilinos hacen un esfuerzo
por pagar las rentas y otros no, penalizándose al cumplidor”.
Esto
se agrava aún más cuando resulta que algunos de los deudores ni siquiera acuden
a las reuniones a las que se les convoca para hacer frente a esta situación,
reuniones en las que, si la razón del impago es su situación económica, se les
podría incluso redirigir a los Servicios Sociales para que reciban las ayudas
que pudieran necesitar.
Como
también dice el texto, “hay una demanda de vivienda en régimen de alquiler
social que hace aún más injusta la permisividad municipal ante impagos”.
Desde el Equipo de Gobierno se nos dice que el Ayuntamiento ha intentado dar
todas las facilidades habidas y por haber para que los deudores pudieran hacer
frente a sus deudas, pero en vista del resultado es evidente que hace tiempo
que se deberían haber adoptado medidas como la que se nos presenta ahora, en
vez de haber esperado a que algunos de los inquilinos llegaran a acumular
deudas de más de 14.000 €, que teniendo en cuenta que el alquiler máximo es de
350 € al mes, significa que esas personas llevan más de 3 años sin pagar.
Además,
este tipo de situaciones son las que al final desprestigian el Estado de
Bienestar y las Prestaciones Sociales. Podemos imaginarnos al inquilino que se
pregunta por qué va a seguir pagando el alquiler cuando su vecino no lo paga
desde hace más de 3 años y no le pasa nada. O los vecinos que presentaron
solicitud para una vivienda de alquiler que se preguntan por qué ellos no han
podido acceder a una vivienda cuando resulta que las están ocupando personas
que no pagan ni aparentan tener intención de hacerlo.
1 comentario:
Recuerdo que este tema lleva años saliendo en las comisiones informativas, pero que como ocurre en otros, bien por laxitud, inoperancia o incapacidad del Gobierno Municipal, no se ha resuelto.
Seguimos pendientes de que el Gobierno Municipal se decida a actuar, hay muchos temas que ni siquiera cuestan dinero como ejemplo tenemos la redacción del nuevo Reglamento Orgánico Municipal que ya que lleva años caducado.
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